El portafolio profesional impreso, es la pieza de muestra de trabajo que a perdurado a través de los años desde que el Diseño Gráfico es conocido como hoy, luego del inicio de la revolución industrial. Sigue siendo una de las mejores formas para que un diseñador tome un trabajo o proyectos. Este es el contacto más personal que tendrá cualquier cliente o contratador con nuestro trabajo, ya que nosotros estaremos presentes siempre que este sea mostrado. Los trabajos presentados en esta pieza deben ser perfectamente escogidos, buscando mostrar nuestras fortalezas (las habilidades que como diseñador podemos ofrecer a un nivel profesional). No debe incluir proyectos de tipo hobby, solo incluir proyectos donde se demuestren resultados profesionales.
Audiencia:
El portafolio debe ser una pieza flexible, que se pueda adaptar a las necesidades de quien lo revise, ya sea un comerciante, el creador de un producto, o un director de arte en una agencia. Pueden existir piezas clave para cada uno de ellos, que pueden adaptarse más a lo que aspiran obtener al contratarnos. Por ejemplo al dueño de un restaurante le pueden ser de más interés proyectos relacionados con rubro, aparte de incluir otras cosas.
La otra buena opción es definir ¿Quien es mi mercado: publicistas, directores de arte, museos, tiendas departamentales, etc.? Y a partir de ahí desarrollar una pieza única dedicada a ese campo de trabajo.
El contenedor que soportará el portafolio siempre será secundario a su contenido. Realmente el interior del portafolio será el eslabón para conectarnos con cualquier nuevo proyecto.
Para algunos alumnos es riesgoso presentar proyectos de escuela, ya que reflejan en algunas ocasiones la influencia del profesor en los resultados finales. Por esto es bueno tener proyectos de fuera de clase, ya sean inventados o reales. Un buen consejo es no ofrecer trabajo gratis como una forma de ingresar a una empresa.
Los proyectos integrados dentro de tu portafolio deben representar confiabilidad, competitividad, tomar en cuenta precios de producción, iniciativa, trabajo duro además de mostrar nuestro talento.
Formatos de presentación:
Libro
Carpeta de hojas
Estuche de tarjetas sueltas
Proyectos:
Es muy recomendable mostrar parte del proceso de diseño si el portafolio se plantea mostrar a directores de arte u otros diseñadores. Desarrollar un pequeño caso de estudio donde se presente: cual era la necesidad del cliente, camino a la resolver su problema y solución. Esto es presentando un poco de bocetos rudos, finos y algunas propuestas, hasta mostrar la solución final a la que se llegó.
Cajas y Carpetas de Portafolio:
Carpeta en caja.
Portafolio Carpeta de Aluminio
Carpeta de acrílico de tornillos.
Portafolio de vinyl de hojas fijas de acetato.
Cajas planas para integrar dentro diversos productos a presentar.
Albumes
La intención de una caja es poder incluir muestras reales de los proyectos presentados en el portafolio, por ejemplo, etiquetas, algún pequeño empaque, o cualquier otro producto que pueda representar parte del trabajo presentado dentro.
Una buena opción de definir un tamaño dentro de un formato de impresión práctico. Por ejemplo: algo que esté dentro del tamaño 11x17, no necesariamente este tamaño, sino de ahí hacia dentro. Esto es por si hacemos alguna modificación no sea muy caro poder actualizar.
Pueden encontrar algunos ejemplos en la página:
http://www.dickblick.com/categories/portfolios/
Recuerda que tambien uno puede crear su propia caja, album o portafolio. Ver productos puede ayudar a definir como construir el nuestro, en caso decidan comprarlo.